18 julio 2016




LAS BACTERIAS DE TU PIEL PUEDEN INCRIMINARTE

El rastro de microbios que dejamos a nuestro paso podría funcionar prácticamente como una huella dactilar capaz de desvelar nuestra identidad, según un estudio llevado a cabo por científicos estadounidenses. La técnica, dada a conocer en la revista PNAS, abre la puerta al desarrollo de una nueva técnica de identificación forense.

"Cada uno de nosotros dejamos un rastro único de bacterias en nuestra vida diaria", señaló el autor principal del estudio, Noah Fierer. Según el biólogo, aunque la técnica aún está en su fase preliminar, "eventualmente puede convertirse en un valioso elemento en la caja de herramientas de los científicos forenses". La nueva técnica, basada en la secuenciación genética, tiene una precisión de entre el 70 y el 90 por ciento, un porcentaje que probablemente aumentará cuando se consiga perfeccionar el método.

Aunque los científicos ya conocían la gran diversidad de microbios presentes en las manos de los seres humanos, "la principal novedad fue demostrar que esas diferencias podían utilizarse para identificar los objetos tocados por las personas, gracias a los microbios que dejaban", afirma Rob Knight, coautor del trabajo.

Con las manos (y los microbios) en la masa
Fierer y su equipo recogieron muestras de ADN bacteriano de las teclas de tres ordenadores personales y las relacionaron con las bacterias de las manos de sus propietarios, para luego compararlas con muestras tomadas de otros teclados que jamás habían sido utilizados por esos sujetos. La similitud fue mucho mayor entre las bacterias de los individuos y las de sus propios ordenadores. La prueba también funcionó transcurridas 12 horas desde que los ordenadores fueron utilizados por última vez. Por otra parte, cuando los científicos tomaron muestras de la piel de dos individuos y congelaron una de ellas a -20ºC y dejaron la otra a temperatura ambiente durante dos semanas, comprobaron que las colonias de bacterias no sufrían cambios en ninguno de los casos.

Esta técnica también puede ser valiosa para la medicina legal cuando es difícil obtener ADN humano al no existir rastros de sangre, tejido, semen o saliva en un objeto, según Fierer. "Debido a la abundancia de células bacterianas en la superficie de la piel podría ser más fácil recoger ADN bacteriano que ADN humano de las superficies tocadas", señaló.

20 junio 2016


¿QUÉ ES LA ACROMOTOFILIA?

 Se trata de una de las parafilias más extrañas que existen. Los acromotofílicos únicamente encuentran placer sexual al observar o tocar personas con miembros amputados sin importar de qué parte del cuerpo se trate. El aumento de su libido se produce únicamente con parejas sexuales que cuenten con extremidades amputadas ya que para ellos, la amputación es atractiva sexualmente. Este fetiche se considera peligroso para las personas discapacitadas que son objeto de deseo sexual, ya que se consideran miembros de la sociedad potencialmente vulnerables de cara a las personas que buscan cumplir esta particular parafilia. Existen comunidades online de “devotos” o seguidores de esta parafilia, donde producen e intercambian imágenes con “electronic surgery”, en las que se retocan fotografías para simular que sus protagonistas tienen miembros amputados. La etimología de esta palabra procede del griego: akron (extremidad), moto (cortar) y philia (amar). Como variante existe la apotemnophilia, parafilia que consiste en el deseo intenso de ser objeto de una amputación.

HAY ACTIVIDAD CEREBRAL DESPUÉS DE LA MUERTE 

Un estudio de la Universidad de Michigan publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) esta semana muestra que, poco después de la muerte clínica, que ocurre cuando el corazón deja de latir y la sangre deja de fluir al cerebro, las ratas exhiben patrones de actividad cerebral característicos de la percepción consciente. “Este estudio, llevado a cabo en animales, es el primero que indaga sobre lo que ocurre en el estado neurofisiológico del cerebro agonizante”, ha explicado Jimo Borjigin, experta en Fisiología y Neurología y coautora del estudio. “Esta investigación formará los cimientos de futuros estudios con humanos que investiguen las experiencias mentales que ocurren en el cerebro cuando está muriendo, incluida la visión de luz que relatan pacientes con experiencias cercanas a la muerte”. Borjigin y sus colegas analizaron usando electroencefalogramas la actividad cerebral de nueve ratas anestesiadas que sufrían un paro cardiaco inducido experimentalmente. 

Durante los primeros treinta segundos que siguieron al paro cardiaco todas las ratas exhibían un incremento generalizado y transitorio de actividad altamente sincronizada que tenía todas las características propias un cerebro muy excitado. Además los autores observaron patrones casi idénticos en los cerebros agonizantes de ratas que estaban siendo asfixiadas. “Los datos confirmaron nuestro pronóstico de que encontraríamos algunas señales de actividad consciente en el cerebro durante el paro cardiaco”, aclaró Borjigin , si bien admite que les sorprendieron los elevados niveles de actividad, ya que mucha señales eléctricas conocidas de la consciencia excedieron los niveles encontrados en el estado de vigilia, lo cual indica que el cerebro es capaz de una actividad eléctrica bien organizada durante la etapa inicial de la muerte clínica. “El estudio sugiere que la reducción de oxígeno, o de oxígeno y glucosa, durante el para cardiaco puede estimular una actividad cerebral que es característica del procesamiento consciente”,  subraya Borjigin

UNA NUEVA TÉCNICA PARA DETECTAR EL CONSUMO DE DROGAS EN EL ALIENTO 

El método habitual para detectar la presencia de drogas en el organismo es el análisis de orina, una técnica a veces engorrosa y que puede crear incomodidad en la persona a la que se solicita la muestra. Para evitarlo, un grupo de científicos del Instituto Karolinska (Suecia) ha desarrollado un sistema mucho más sencillo: medir las trazas de estupefacientes en el aliento, como se hace en los actuales controles de alcoholemia. El nuevo aparato utiliza una técnica supersensible llamada cromatografía líquida-espectrometría de masas (LC-MS, por sus siglas en inglés), que permite identificar restos de anfetaminas, metanfetaminas, cannabis, cocaína y heroína. Como explican los expertos en la revista Journal of Chomatography B, el aire espirado transporta microscópicas partículas en aerosol, susceptibles de haber sido contaminadas por las sustancias prohibidas. Estas diminutas partículas se quedan adheridas en un filtro que luego puede ser analizado en el laboratorio. Los autores del estudio creen que el nuevo dispositivo podría resultar útil no solo en los controles de carretera, sino también para establecer responsabilidades en los accidentes, en el ámbito laboral, en las investigaciones policiales o incluso para confirmar si los pacientes toman los fármacos recetados.